martes, 5 de abril de 2016

Hombres románticos

(Este artículo se ha publicado en la edición del mes de abril de la Revista Digital "Zorras Literarias")

       Hola, me llamo Fran Cazorla y escribo romántica. Podría ser el comienzo de una de esas escenas peliculeras en las que un grupo de personas se sientan en círculo para hacer terapia.

       Salvando las distancias y aunque las cosas han ido cambiando, podríamos decir que los hombres que escriben romántica aún se ven casi como unos bichos raros.

       Cambian, es cierto, pero todavía hoy el porcentaje de escritoras versus escritores en el género romántico, es apabullante. Y en mi humilde opinión, creo que lo es mucho más dentro de la romántica juvenil, donde solo un Francisco De Paula (Blue Jeans para las jóvenes lectoras) es capaz de codearse con las magníficas escritoras de este país.

       Si nos referimos a la Romántica adulta, creo que la cosa va cada vez mejor. Es en los últimos años cuando parece que los hombres han comenzado a destaparse, primero como consumidores de literatura romántica (sí, también nos gusta leer una buena historia de amor y/o erótica, no solo novela negra, fantasía o de acción), y en consecuencia, cada vez aparecen más escritores del género romántico.

       Veteranos como Leo Mazzola, maestros de la narración como José de la Rosa, o autores tan diversos como Javier Romero, Fabián Vázquez, Rodmann, David López o incluso, permítanme incluir a Fran Cazorla, escriben romántica no porque sea un género de los más leídos, no porque las lectoras -sobre todo- son grandes y fieles consumidoras de esta bella literatura. Escriben porque les gusta, porque les apasiona contar esas historias llenas de sentimientos, de amor y pasiones, de dolor y venganzas, de cariño y ternura.

      Hay quien dice que se puede saber cuándo escribe un hombre y cuándo lo hace una mujer, y se dice como si fuera algo despectivo cuando no lo es. Ni un hombre debe buscar escribir como una mujer, ni al contrario. Es literatura, son sentimientos, y habrá veces que el resultado no sea identificable con el género masculino o el femenino, y habrá veces que se agradecerá sentir los dos puntos de vista, el del hombre y el de la mujer.

      Entré en el mundo de la romántica por casualidad, he de reconocerlo, porque siempre creí que era un escritor de thriller y de misterio, pero casualidades de la vida, una buena amiga y escritora, Emma Maldonado, me obligó a participar en el certamen de relato corto del IV RA, y aún hoy recuerdo cuando en un video en el que daban a conocer a la ganadora y a las finalistas. Me chocó gratamente que dijeran que entre las finalistas se había colado un hombre, para que luego digan que los hombres no escriben romántica, pero me hizo ilusión, claro que sí, y de ese relato nació Me querrás en 11 semanas, mi primera novela del género romántico.

      Y ahora, como a tantos otros, ya no puedo escapar de ese mundo, me siento embrujado por sus escritoras y escritores, por sus lectoras y lectores, tanto que sí, tengo que confesarlo:

      "Hola, soy Fran Cazorla y escribo romántica".

                                                                                                                         Fran Cazorla, escritor. 




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